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Estructura del análisis literario

El análisis literario es un ejercicio que nos ayuda a registrar nuestras apreciaciones sobre una obra después de su lectura.


En el caso de una ficción narrativa o dramática, esta es la estructura recomendada para el trabajo:

Portada: incluye título y autor de la obra, nombre del autor del análisis, maestro que guía y/o califica, asignatura e institución educativa para la cual se realiza.

Índice: contiene un esquema que muestra el contenido del trabajo, organizado en títulos y subtítulos e indicando el número de página en el cual se localiza cada uno.

Introducción: se hace un pequeño resumen de lo que el lector encontrará en el análisis, anticipando algunas de las preguntas que se lograrán responder al leer el texto completo.

Datos sobre el autor: se recupera información biográfica del creador de la obra. Dónde y cuándo nació, quiénes fueron sus padres, en qué época vivió, cuál fue su preparación académica, etc.

Datos sobre la obra: en este punto se debe especificar al lector cuál edición se revisó para redactar el análisis; esto incluye el año de publicación, el número de páginas, la editorial y el país. De ser necesario, también deberá informarse quién realizó la traducción y las  ilustraciones contenidas en el ejemplar.

Análisis de la obra
Aquí encontraremos dos partes, cuyo contenido se describe en otra entrada del blog que encontrarás como "Análisis interno y externo de una obra literaria".

Conclusiones: es recomendable redactar dos o tres párrafos en donde se evidencien las interpretaciones sobre la obra y la opinión personal sobre la lectura.

Encuentra el formato aquí


1 oct 2018
Posted by Paola Reyes Curi

TLR comprensión de lectura 3

El extraño
Howard Phillips Lovecraft



Infeliz es aquel a quien sus recuerdos infantiles sólo traen miedo y tristeza. Desgraciado aquel que vuelve la mirada hacia horas solitarias en bastos y lúgubres recintos de cortinados marrones y alucinantes hileras de antiguos volúmenes, o hacia pavorosas vigilias a la sombra de árboles descomunales y grotescos, cargados de enredaderas, que agitan silenciosamente en las alturas sus ramas retorcidas. Tal es lo que los dioses me destinaron... a mí, el aturdido, el frustrado, el estéril, el arruinado; sin embargo, me siento extrañamente satisfecho y me aferro con desesperación a esos recuerdos marchitos cada vez que mi mente amenaza con ir más allá, hacia el otro.


No sé dónde nací, salvo que el castillo era infinitamente horrible, lleno de pasadizos oscuros y con altos cielos rasos donde la mirada sólo hallaba telarañas y sombras. Las piedras de los agrietados corredores estaban siempre odiosamente húmedas y por doquier se percibía un olor maldito, como de pilas de cadáveres de generaciones muertas. Jamás había luz, por lo que solía encender velas y quedarme mirándolas fijamente en busca de alivio; tampoco afuera brillaba el sol, ya que esas terribles arboledas se elevaban por encima de la torre más alta. Una sola, una torre negra, sobrepasaba el ramaje y salía al cielo abierto y desconocido, pero estaba casi en ruinas y sólo se podía ascender a ella por un escarpado muro poco menos que imposible de escalar.


Debo haber vivido años en ese lugar, pero no puedo medir el tiempo. Seres vivos debieron haber atendido a mis necesidades; sin embargo, no puedo rememorar a persona alguna excepto yo mismo, ni ninguna cosa viviente salvo ratas, murciélagos y arañas, silenciosos todos. Supongo que, quienquiera que me haya cuidado, debió haber sido asombrosamente viejo, puesto que mi primera representación mental de una persona viva fue la de algo semejante a mí, pero retorcido, marchito y deteriorado como el castillo. Para mí no tenían nada de grotescos los huesos y los esqueletos esparcidos por las criptas de piedra cavadas en las profundidades de los cimientos. En mi fantasía asociaba estas cosas con los hechos cotidianos y los hallaba más reales que las figuras en colores de seres vivos que veía en muchos libros mohosos. En esos libros aprendí todo lo que sé. Maestro alguno me urgió o me guió, y no recuerdo haber escuchado en todos esos años voces humanas, ni siquiera la mía; ya que, si bien había leído acerca de la palabra hablada nunca se me ocurrió hablar en voz alta. Mi aspecto era asimismo una cuestión ajena a mi mente, ya que no había espejos en el castillo y me limitaba, por instinto, a verme como un semejante de las figuras juveniles que veía dibujadas o pintadas en los libros. Tenía conciencia de la juventud a causa de lo poco que recordaba.
Responde las preguntas. Cada estudiante debe elegir solo una pregunta para responderla y argumentar su elección en los comentarios.


1. ¿En cuál de los siguientes enunciados se utiliza una comparación?


a. Desgraciado aquel que vuelve la mirada hacia horas solitarias...
b. ...se percibía un olor maldito, como de pilas de cadáveres de generaciones muertas.
c. ...seres vivos que veía en muchos libros mohosos
d. En mi fantasía asociaba estas cosas con los hechos cotidianos...


2. ¿Por cuál palabra se podría reemplazar el término resaltado en negritas del párrafo 1?


a. tristes
b. pesadas
c. amargas
d. brilante


3. ¿Para qué se describe el castillo en el segundo párrafo?


a. para crear suspenso y terror alrededor del lugar.
b. para indicar el lugar específico en el que suceden los hechos.
c. para transmitir una imagen detallada al lector y ubicarlo dentro del relato.
d. para que el lector sepa que se trata de un personaje rico.

4. Las palabras subrayadas en el párrafo de introducción, indican que el relato será narrado en...


a. primera persona
b. segunda persona
c. tercera persona
d. impersonal


5. Las palabras resaltadas en negritas de los párrafos 2 y 3 se utilizan para:


a. crear suspenso, ya que ni el mismo personaje tiene explicaciones para lo que le sucede.
b. generar terror, ya que  el personaje tiene que vivir en un ambiente oscuro y desconocido.
c. generar miedo, ya que ni el personaje quiere estar en el castillo por el olor que tiene.
d. infundir tristeza, ya que el personaje está completamente solo y parece que lo abandonaron.


6. ¿Qué imagen crea el autor para el personaje?


a. ninguna porque dice que no hay espejos y no lo describe.
b. delgado, joven y saludable.
c. amable, sincero y de complexión robusta.
d. triste, solitario y meticuloso.


7. La frase "debo haber vivido años en ese lugar" se utiliza para:


a. informar al lector sobre la edad del personaje.
b. informar al lector sobre la salud del personaje.
c. informar al lector sobre la situación emocional del personaje.

d. informar al lector sobre la ubicación del personaje.

11 sept 2018
Posted by Paola Reyes Curi

La reseña

La reseña es un texto argumentativo que tiene la finalidad de presentar una crítica sobre una obra.


Se pueden redactar reseñas sobre:
  • Películas
  • Videojuegos
  • Libros
  • Equipos electrónicos
  • Automóviles
 ... y la lista continúa.

El objetivo de la reseña es mostrar la valoración que el autor realiza de una obra después de leerla (verla, escucharla, usarla, etc). En algunos textos de este tipo se agregan calificaciones con puntos, estrellas u otros símbolos que representan diversas características.

La reseña puede ser positiva o negativa y aunque refleja la posición personal del autor, no debe basarse sólo en la emoción, por lo que debe estar firmemente apoyada en argumentos y demostraciones.


26 feb 2014
Posted by Paola Reyes Curi

Figuras retóricas

Las figuras retóricas son recursos literarios usados por los autores para dar mayor riqueza al lenguaje utilizado en sus obras.



¿Qué es un recurso?
Lo definiremos como fuente, material o elemento del que se puede obtener un beneficio.

En este caso utilizamos el concepto para hacer referencia a los "adornos" de los que el autor dispone para realzar su escrito.

Aquí podrás encontrar un listado de las figuras retóricas y ejemplos de cada una.

Muchas veces las figuras retóricas se utilizan con fines estéticos (que suene más bonito, que rime o que emocione), pero también sirven para modificar el idioma en busca de formas expresivas que no son naturales o cotidianas. Por ejemplo, nosotros no hablamos haciendo versos, pero son necesarias las figuras retóricas para crear poesía, letras de canciones, trabalenguas o juegos de palabras.

Cuando hablamos también podemos hacer uso de estos recursos literarios para expresar ideas de manera implícita, hacer comparaciones o lanzar indirectas.

¿En qué casos haces uso de las figuras retóricas?




17 ene 2014
Posted by Paola Reyes Curi

Tipos de narrador

Los relatos literarios siempre son guiados por una voz que nos indica lo que sucede, sucedió o va a suceder. Dependiendo de lo que es capaz de saber o sentir y del estilo de sus expresiones, podemos clasificarla de diferentes maneras.



Narrador personaje: es el que está dentro de la historia, interviene en ella y hace parte de los hechos narrados. Habla en primera persona e interactúa con otros personajes.
Ejemplo: bajé las escaleras y allí ví a Laura con la cara llena de luz...

Narrador omnisciente: es aquel que puede saber lo que sienten y piensan los personajes, generalmente está fuera de la historia y habla en tercera persona.
Ejemplo: Luis bajó las escaleras y allí vió a Laura con la cara llena de luz, en ese momento ella supo que su hermano la acompañaría siempre.

Narrador testigo: es un narrador que está fuera de la historia y que no tiene la posibilidad de saber que piensan o sienten los personajes, sin embargo puede describir a detalle todo lo que pasa.
Ejemplo: Luis bajó las escaleras a toda prisa y allí vió a su hermana Laura, quien lo esperaba con una gran sonrisa.

Narrador en segunda persona: es un tipo de narrador más complejo y menos frecuente. Se trata de una voz que conversa con alguien más de manera cercana.
Ejemplo: bajas las escaleras y ves a Laura, ella te sonríe y sabes que ese día será maravilloso.

Saber esto te ayudará a identificar el estilo del autor y la intención del relato.

¿Se te ocurren otros ejemplos?




13 nov 2013
Posted by Paola Reyes Curi

Voz activa y voz pasiva

Una oración puede estar en voz pasiva o activa, dependiendo de la manera en la que se expresa la acción que es realizada por el sujeto.

Voz activa: se menciona al sujeto y la acción que realiza, agregando como complemento el objeto de esa acción. Ejemplo: mi madre decora la casa.

Voz pasiva: el objeto de la acción o complemento es mencionado como sujeto. Ejemplo: la casa es decorada por mi madre.



Estas 5 frases se encuentran en voz activa, transfórmalas a voz pasiva y comenta que impacto puede tener en el mensaje que se realice este cambio.

  1. Los niños visitarán la casa de la abuela en verano.
  2. El perro de Luca se llama "Martín Lumi".
  3. Mi padre vende agua a toda la comunidad.
  4. Los veterinarios cuidan la salud de las ballenas en cautiverio.
  5. Los maestros vigilan a los estudiantes durante los exámenes.

26 oct 2013
Posted by Paola Reyes Curi

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Miss Paola

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Comunicadora, docente TICs, especialista CMS, SMO y curación de contenidos digitales. Participante de la Maestría en Tecnologías para el Aprendizaje.
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